La separación es un proceso difícil para todas las partes involucradas, especialmente para los hijos. Aunque los padres puedan haber tomado esa decisión de manera consciente y alineada, los niños a menudo se sienten confundidos, tristes e incluso culpables por la separación de sus padres. Sin embargo, la buena noticia es que aunque puedan vivir en hogares separados, sigue siendo posible criar hijos fuertes y felices en conjunto. Aquí te brindamos algunos consejos útiles para lograrlo:

1. Establecer límites saludables de comunicación

Es importante mantener una comunicación saludable de manera que se favorezca el buen desarrollo emocional de los hijos. Si los padres están en una situación de conflicto constante, es probable que los hijos estén atrapados en el medio y sientan ansiedad, depresión y enojo en respuesta.

Es fundamental establecer límites claros sobre los temas que cada uno puede discutir, así como los horarios y el tipo de comunicación que se permite. De este modo, asegurarás que tus hijos tengan momentos de calidad en cada hogar y también podrán aprender a manejar diferentes emociones de manera saludable.

2. Mantener rutinas estables

Es importante mantener la estabilidad emocional de los hijos, especialmente después de una separación. Por lo tanto, es recomendable mantener rutinas estables en ambos hogares, y así asegurarte de que tengan horarios de comida, de sueño y de actividades similares. También se recomienda unificar reglas y expectativas en ambos hogares, lo que ayudará a los niños a sentir menos confusión y más seguridad emocional.

3. Formar una red de apoyo mutuo

Enfrentar una separación no es fácil, y los padres deben estar dispuestos a trabajar juntos para dar lo mejor a sus hijos. Si pueden llevar a cabo reuniones periódicas para discutir los cambios, las necesidades y los desafíos que enfrentan sus hijos, será muy útil para garantizar una transición tranquila.

Además, es importante contar con una red de apoyo personal, y emocional que pueda administrar y proporcionar orientación a los hijos. Pueden considerarse terapeutas, mentores o amigos cercanos que han pasado por lo mismo.

4. No utilizar a los hijos como mensajeros

Es muy importante evitar la mala comunicación entre los padres en la presencia de los hijos, así como utilizar a los hijos como mensajeros para transmitir información. En lugar de esto, el niño debe ser involucrado en conversaciones apropiadas a su edad para aclarar cualquier pregunta o preocupación, y se le debe asegurar que ambos padres los aman y los necesitan.

Además, en caso de que exista conflicto entre los adultos, es adecuado buscar soluciones positivas que respeten tanto a los hijos como las decisiones de ambos padres.

5. Fomentar el amor y la comprensión

Es fundamental que los hijos se sientan amados y apoyados en todo momento. Además de la seguridad emocional que les proporcionará, les ayudará a mejorar en el futuro. La separación de los padres es algo difícil, y es probable que los hijos atraviesen momentos de dificultad y confusión. Debemos estar dispuestos a escuchar y a entenderlos en todo momento, y mostrarles la mejor forma de amar y respetar a los demás.

Es importante señalar que cada familia es única y enfrenta diferentes desafíos al separarse. Los padres pueden tener diferencias culturales, religiosas o de personalidad que deban considerarse al fomentar una dinámica saludable.

Algunos puntos importantes a considerar

– No presionar a los hijos para que tomen partido. Esto sólo aumentaría la sensación de culpa, confusión y conflicto emocional. En lugar de esto, se les debe proveer de un espacio seguro donde puedan expresar sus sentimientos de manera libre y sin miedo.

– No criticar al ex cónyuge adelante de los hijos. Los niños tienen una conexión emocional con sus padres y pueden tomar esto como un ataque personal, o sentir que se está poniendo en duda su identidad.

– No hacer cambios drásticos de vida en un solo día. Es importante informar lentamente a los hijos de cualquier cambio y hacerlos conscientes de lo que está sucediendo en el futuro. Esto les dará tiempo para ajustarse y tomar el proceso de una manera saludable.

– Tener paciencia en todo momento. Este proceso de lo que viene después de la separación y de la vida en familias separadas es desgastante, y se necesitará tiempo y paciencia para manejar las emociones y los problemas.

En conclusión, criando a los hijos para ser felices y fuertes cuando los padres se separan es un proceso complejo y emocional. Quizás no hay una solución perfecta, pero si se pueden adoptar algunas dinámicas y consejos para proteger y cuidar el bienestar de los hijos. Aprende a comunicar tus necesidades y a ser un buen padre y educador para tus hijos, y esto se verá reflejado en tu relación con ellos.